martes, 5 de marzo de 2013

Nuevas tecnologías

No hace tanto tiempo que el ser humano cambió una costumbre milenaria. Cambiamos el mundo rural, ligado a la producción agrícola por un mundo urbano atado a la industria.

Esta industria ha seguido su crecimiento sin límites. Difícilmente hemos conseguido regular las nuevas actividades económicas y sociales que son consecuencia de todos estos cambios.

La evolución de la industria y el progreso nos han arrastrado a continuos problemas, a los que a duras penas hemos puesto solución. Estas soluciones nos llevaban a nuevos problemas y así sucesivamente.

De esta forma hemos llegado a la solución-problema llamado internet.
La red de redes que interconecta el mundo. La solución y el impulso de las empresas multinacionales, la información sin límites y la conexión entre ciudadanos/clientes; nos lleva a tremendos problemas que atacan a la libertad de expresión y de acción.

Nuestros jóvenes se graban haciendo cualquier cosa y un segundo después es visto en Australia, podemos goglear a cualquier persona conociendo su trabajo actual, los anteriores, algunas enfermedades o cual es su club social.

Esto que podría ser interesante supera el límite de la intimidad. Y ante esto nos encontramos ahora, situar la línea entre la libertad de expresión y la intimidad.

Existe un grupo de demandantes que quieren borrar su rastro en internet, simplemente por seguridad. El otro lado defiende la libertad de expresión e información.

Ya no somos simples personas, somos elementos de la red de redes.
Debemos cambiar nuestra forma de ver el mundo pero también hay que crear leyes para poder escondernos y ser dueños de nosotros mismos. Que el progreso sea una herramienta y no una cadena.

Para esto quizá necesitamos un mundo donde la ética presida nuestras decisiones, pero teniendo en cuenta el país desde el que escribimos, hablar de ética daría para varios libros.