lunes, 2 de junio de 2014

El país que tenemos

Hoy, 2 de Junio de 2014, el Rey Juan Carlos I ha abdicado. Esto es historia que estamos viviendo en directo y por ello hay que hacer una referencia a ello.

Pero yo no soy periodista de opinión, es más, no soy más que un bloguero de tercera fila, así que no me pondré a hablar de la figura del rey, ni del príncipe, pues podéis poner la tele y tenéis información a raudales.

A lo mejor para alguien no tiene casi nada que ver pero personalmente me hace pensar en mi país.

Cuando el rey de la Transición y los últimos 39 años deja el trono, se levantan todas las quejas que quieren que España cambie. Al estilo de cualquier intriga palaciega medieval o digno de films como Juego de Tronos.

El rey, al cual se le han hecho las quejas justitas y al que se ha respetado en cierta forma, deja el cargo y ahora sí surgen voces, movimientos, manifestaciones, que viendo un heredero más débil ahora se atreven a dar un paso adelante.

Si quieres conocer mi opinión te la doy. No me siento ni Republicano ni monárquico. Eso es un tema que me trae sin cuidado. Soy seguidor de la democracia, de la estabilidad y modernización de mi país. Ya sea con un monarca o un presidente, pero por favor sigamos hacia delante.

Nuestra España lleva toda la historia pensando en que país queremos, por ello nunca conseguimos ir a ningún sitio. Somos un patio de vecinos, donde cada cual va a lo suyo, unos con su propia nación, otros monárquicos, otros republicanos y algún franquista queda... Estoy aburrido de mi país, haced un referéndum o treinta, pero por favor que termine pronto esto. Que España de una vez avance y todos juntos, los que quieran estar juntos, y dejemos de darle vueltas a lo mismo que llevamos casi todo el siglo XX y lo que llevamos de este.

P.d. Lo que me asalta es: si tuviéramos una república... Que políticos podrían ser jefes de estado, ¿los que hay? Ellos me ayudan a decantarme en una dirección...

sábado, 24 de mayo de 2014

La transmisión

Diferentes investigadores, de diferentes ramas, en multitud de países se preguntan por el problema de la sociedad.

La sociedad a nivel mundial está cambiando y no sabemos como detener esta gran ola. En países históricamente creyentes cada vez menos personas creen, y por supuesto los jóvenes están, en gran número, fuera de las iglesias. Pero podemos bajar a problemas más ¨mundanos¨. Las costumbres de los diferentes lugares también están desapareciendo. Los niños no conocen los bailes regionales o las fiestas propias. No sabemos porqué se hacían las cosas de una forma debido a tal o cual tradición. Hoy leía que no hay cultura del vino por que no se da a conocer en las escuelas, y un largo etcétera.

Es cierto que muchas costumbres y tradiciones de pueblos y ciudades se pierden, y que muchos teóricos que cobran por ello simplemente dicen ¨la globalización¨. Y es verdad.

Pero, qué significa la globalización para muchachos que no viajan por todo el mundo, que en muchos casos no salen ni saldrán de su barrio, pero que deciden aborrecer la música habitual y deciden pensar, escuchar y vestir como un joven de cualquier periferia norteamericana.

El problema, perdonenme, no es de los colegios. O por lo menos los colegios tienen un pequeño porcentaje de culpa. El problema es la transmisión.

Si la transmisión, el simple hecho de contar de padres a hijos la manera en la que se hacen las cosas o porque creemos en algo.

De este tema ya he escuchado hablar en las parroquias, la forma en la que los niños ya no conocen a Jesús, a pesar de que muchos van a catequesis para hacer la primera (y última) comunión, porque en sus casas no transmiten, no cuentan quien era ese tal Jesús, quien es Dios, etc.

De igual forma ocurre en muchos otros temas. Nuestros adultos no asumen la tarea que tienen de contar a nuestros niños la tarea de vivir, no tienen que ejemplificar a nadie porque nadie les esta mirando y es más, no quieren que les miren.

Hace algunas décadas la televisión empezó a educar a nuestros ciudadanos más jóvenes, y esos son ahora adultos que no han escuchado a nadie contar historias porque tenían algo mejor que hacer, ver la tele. y ahora además no saben que es lo que tienen que contar, aunque quieran.

Actualmente educa menos la televisión porque educa internet, que suple todas nuestras carencias pero sin un filtro, toda la información esta al alcance de mentes que no tienen puestos cimientos y todo nos vale. En lugar de copiar a adultos que tienen al lado y que se esfuerzan, sus ejemplos son programas del corazón y realities donde vemos gente mal educada y que se dedica a estar tirados en sofás, playas o jardines perdiendo el tiempo para conseguir dinero y poder seguir viviendo sin trabajar.

Esos son los ejemplos porque a ellos los vemos vivir, no a nuestros familiares que también están viendo ejemplos en televisión. Ejemplos irreales y viciados.

Dejemos de pensar que el colegio debe educar a nuestros jóvenes, pues allí están sólo unas horas, y consigamos educar en casa con nuestro ejemplo y no con ejemplos imaginarios televisivos o de internet. Aprendamos a ser nosotros los transmisores de nuestra experiencia, real y rica.

 

p.d. seguiremos dándole vueltas al tema en próximos post.