miércoles, 20 de enero de 2010

Preocupación

El título traduce el sentimiento que tengo en este momento. Simple y llana preocupación. Voy a explicar porqué.

En los últimos meses, y no va más allé de 3 ó 4, he empezado a recibir diversas informaciones que afrontan la situación social en Europa, actual y hacia el futuro. Algunas conversaciones, correos electrónicos, artículos de opinión y noticias,además de videos plantean el problema del choque de civilizaciones.

De este choque de civilizaciones nos habló hace tiempo Samuel Huntington y, sin haber leido su libro de forma integra si conozco más o menos la intención principal del mismo. Este señor criticaba el libro de Fukuyama que abogaba por el fin de la historia (propio título del libro), tras la caída del muro de Berlín el mundo comunista cae y entramos en un momento de alegría capitalista, cultura que gobernará el mundo sin más problemas hacia el futuro. Con sólo leer esta idea cualquier historiador sabría que eso es imposible, lo difícil era encontrar razones en contra, una argumentación fuerte.
Huntington la encuentra, mantiene que el nuevo problema que surgirá en el mundo será el choque de civilizaciones. Ese mundo occidental maravilloso se enfrrentará con el mundo musulmán del que, por cierto, se ha aprovechado desde hace mucho tiempo. Algo así como una rebelión de los que viven en el callejón de atrás y a los que nunca hemos dejado entrar en nuestro restaurante. No debemos olvidar que en esos países occidentales viven muchos musulmanes, chinos, etc.

Pues este es el tema que me esta asaltando desde hace unos meses. Esa "revolución" de las "otras" civilizaciones y en especial la musulmana.

Desde diferentes fuentes me ha llegado esa información, por lo que no puedo decir que sea algo de un grupo cerrado de opinión. Es un problema real y no quiero llamarlo problema, pues dentro de mi no cabe eso de rechazar al otro, al diferente. Me han enseñado y he aprendido a aceptar al otro que, por ser persona, tiene derecho a vivir mejor cada día,a no pasar hambre, tener un trabajo digno,etc.

Pero surge en mi la preocupación y voy a intentar argumentarlo:

0. Tengamos en cuenta que, cuando hable de la población musulmana, me refiero de la que vive dentro del mundo occidental (Europa y Norteamerica).

1. Se defiende que la población musulmana tiene un ritmo de crecimiento mucho mayor que la occidental, eso parecen datos irrefutables. Al menos hasta que accedamos a cualquier padrón municipal o censo. Parece ser que los occidentales tendemos a disminuir en población y nuestros conciudadanos musulmanes aumentan exponencialmente. Se defiende que de esta forma países como Alemania serán musulmanes, simplemente por su número de población, en 2050. Sin necesidad de guerras, la población de cultura (no digo religión) cristiana será inferior.
Por mi cuenta quiero creer que cuando los recién llegados se adapten a Europa, adquirirán su cultura, y en ella su ritmo de natalidad.

2. En muchos círculos se defiende que la cultura democrática aparece en el mundo cristiano. Realmente es en el mundo griego y romano, pero su filosofía es adaptada al cristianismo y con él, la democracia. De esta forma, los musulmanes, mucho más autoritarios y teocráticos, con una posibilidad mucho menor, aparentemente y según vemos en la actualidad, de adquirir ideas democráticas, aceptarían y defenderían un mundo mucho más dictatorial y estrecho de ideas.
Ante esto argumentar que, el mundo musulmán con ideas fundamentalistas, peligrosas para una civilización pacífica y abierta, es reducido, aproximadamente el 2% el total. Claro que hablamos de un total de 1.200 millones (lo que no deja de ser preocupante).

3. Tzvetan Todorov, Premio Príncipe de Asturias 2008,en al ámbito de las Ciencias Sociales, escribió hace poco tiempo el libro "El miedo a los bárbaros". En este libro enunció ciertas ideas que me preocupan por encima de las demás.
Resumiendo mucho el texto podemos decir que el miedo al "otro", al "enemigo", al "bárbaro" como se decía en el mundo romano (aquel que estaba fuera de las fronteras), provocaba en los "teóricamente" civilizados, una actuación similar a la que se recibe de fuera y, en ocasiones, incluso peor, pues actuamos incluso antes de que ocurra lo que estamos imaginando. Convertirnos en el enemigo puede hacernos aceptar cualquier medio para conseguir nuestro fin, sobrevivir.

Los resultados de todo lo dicho pueden ser desastrosos. Y no porque comenzara esa invasión, más o menos silenciosa, de la civilización musulmana sobre la occidental, que, si es cierta,podría traer lo suyo. El problema que veo es que, defendiendo a Huntington, se va a producir un verdadero choque de civilizaciones.
Si miramos la historia y luego hacia delante, cuando cunda el pánico (que parece que algunos quieren hacer correr), empezaremos por enfrentamientos callejeros de unos grupos exaltados frente a otros. Estos sucesos y sus noticias empezarán a correr como la pólvora y eso cambiará el estado de opinión, la masa de poclación empezará a pensar con miedo.
Como en la Guerra de las Galaxias, el miedo lleva al lado oscuro y en las elecciones los partidos extremistas subirán como la espuma, mientras la población musulmana (teóricamente) sigue creciendo. Los conflictos siguen en aumento.
Las ideas religiosas cristianas también se desplazarán hacia el fundamentalismo a causa del temor, encontrando las respuestas en la, "aparente", pureza religiosa.

A partir de aquí no se o no quiero seguir.

En mi punto de vista antropológico el hombre es bueno por naturaleza. Nuestro interés es simple, tener un trabajo con el que poder comer y alimentar a nuestra familia, viviendo en paz. Por vivir en paz entregaremos ciertos derechos hasta que el miedo nos haga actuar.

En conclusión, el mundo esta cambiando y tras observar esta publicidad más, pues otros como yo también la están viendo. Puede ser que tenga parte de razón. Pero alguien intenta despertar el temor, propio de épocas de crisis.
Con mi escasa formación como historiador, sí entiendo que desde el 11 de Septiembre de 2001 el mundo va a cambiar, que ese día es un hecho histórico que aparecerá en los libros de texto como un antes y un después, pero, ¿de qué?.

Esta última pregunta aún no la puedo responder. Pero sí se que es un momento en el que somos objetivos para la manipulación, desde los medios de comunicación y otros medios de presión.

NUESTRA CULTURA: ¿APUNTA A SU FINAL?

Hablo de “cultura” en el sentido que indica el Diccionario de la RAE: “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época o grupo social”.
Y de ésta cultura nuestra, entendida en este sentido y tal como funciona en Europa y Estados Unidos, me pregunto si no está abocada ya a su final.
Es más, me pregunto si no “apunta” (como “se apunta” a un objetivo al que se quiere dar muerte) hacia un final inexorable, al que nos acercamos a un ritmo que se va acelerando.

Esta cultura - me sospecho - ha enfilado hacia su fin. ¿Por qué esta sospecha tan pesimista? Tres razones me motivan a pensar así. 1. La natalidad. Las parejas de ciudadanos de matriz europea no llegan a los dos hijos por pareja, mientras que los inmigrantes procedentes de África, sobre todo musulmanes, sobrepasan con mucho los dos hijos por pareja. Esto quiere decir que la llamada “cultura occidental” se está extinguiendo, al tiempo que las culturas inmigrantes están creciendo a un ritmo que se acelera cada año.

Dentro de cuarenta años, la cultura europea será mayoritariamente musulmana. Nuestros niños de hoy tendrán que vivir su madurez de vida y sobre todo su vejez en una cultura y en una sociedad que se va a parecer muy poco a la cultura y a la sociedad en la que se están criando: las leyes, las costumbres, las creencias, la educación, posiblemente incluso la alimentación serán seguramente muy diferentes.

Y hay motivos serios para pensar que, en este asunto, hemos entrado en un proceso sin marcha atrás. Las mujeres fértiles de hoy y de los próximos años se han educado de forma que ya es muy difícil que puedan modificar sus pautas de conducta en este orden de cosas.

2. La tecnología. Ha cobrado tal importancia y crece a tal ritmo, que ya no se puede detener. Para sobrevivir, tiene que seguir creciendo. Pero ocurre que tal crecimiento no se puede sostener sino a costa de agotar las energías, trastornar el clima y el equilibrio ecológico hasta el extremo de destrozar las posibilidades de subsistencia de quienes vivimos en esta cultura.

El reciente fracaso de la Cumbre de Copenhague lo evidencia. Además, se pretende que el crecimiento tecnológico y económico sea sostenible. Lo cual no es posible sino a costa del exterminio, en los próximos años, de al menos dos mil millones de seres humanos. Las conmociones sociales, que semejante genocidio, va a desencadenar son imprevisibles y, en todo caso, muy amenazantes para una cultura en vías de descomposición.

Más aún, la tecnología ha tomado tal ventaja sobre el conocimiento especulativo, que nos vemos en la extraña situación de tener a nuestra disposición una inmensa maquinaria técnica, cada día más eficaz, pero de forma que tal maquinaria está en manos de seres humanos que ni podemos saber a dónde nos lleva todo esto. Se ha pervertido el concepto mismo de ciencia. Sabemos hasta lo inimaginable “lo que” hacemos. Pero no sabemos “para qué” lo hacemos. Se han disociado el “ser” y el “deber ser”. Y hasta ignoramos qué tipo de sociedad y de convivencia va a resultar de todo esto. 3. La religión. Ya nadie pone en duda que en las sociedades avanzadas la religión entra en crisis, se deteriora, la gente la abandona. Por otra parte, sabemos que uno de los primeros indicadores, del ocaso de una cultura, es la crisis y la descomposición de la religión. Así ocurrió en Mesopotamia, con el fin de la cultura de los sumerios y acadios. Lo mismo en Egipto, en Grecia, en la potente cultura del impero romano.

Además, el proceso de desintegración religiosa es tan masivo, que los reducidos grupos religiosos fundamentalistas no le ponen remedio. Porque, entre más de mil millones de cristianos, ¿qué pueden resolver las observancias, marginales a la cultura dominante, de unos cinco millones de personas, que seguramente es a eso a lo que alcanzan los mencionados grupos? Para que la religión tenga una presencia significativa en una cultura, es indispensable que los creyentes vivan unas creencias que generen comportamientos coherentes con la manera de ser, de vivir, de ver y de pensar de la gente.

Pero esto precisamente es lo que ya no existe en Occidente. Sobre todo porque la religión “oficial” y sus “mandatarios” han montado un sistema de vida y de prácticas que poco o nada tienen que ver con el origen de esta religión, Jesús de Nazaret, y su mensaje, el Evangelio. ¿En qué se parece una solemne ceremonia catedralicia o del Vaticano con lo que hizo y dijo Jesús? La descomposición religiosa de Occidente es quizá el indicador más claro del declive final de nuestra cultura.

¿Tiene todo esto algún remedio? Si lo hay, no vendrá ni de la tecnología, ni de la economía, ni de la política, que nos han precipitado en esta situación de colapso. La religión más sólida, en este momento, es el islam. En todo caso, tal como hoy pensamos y sentimos en Occidente, ni las mezquitas ni las iglesias nos van a hacer más humanos. Y, en todo caso, lo más razonable parece ser que el remedio (si lo hay) puede venir de quienes, por sus convicciones, sean más honrados, responsables, respetuosos, honestos y buenas personas.

Jose M. Castillo

COMENTARIO AL ARTÍCULO: “NUESTRA CULTURA: ¿APUNTA A SU FINAL?” Jose M. Castillo

En la actualidad podemos encontrar diversas reflexiones en los medios de comunicación que se refieren a nuestra cultura y el aparente final al que está llegando. Se plantea en qué esta cambiando desde diferentes puntos de vista, muchas veces encontrados y muchas más con argumentos livianos, que demuestran la escasez de conocimientos que, sobre el tema, tienen los autores.

En este caso, Jose M. Castillo argumenta las razones por las que nuestra sociedad esta cambiando y va a cambiar en los próximos años. Este proceso, es su opinión, es imparable, pues nadie esta aportando las ideas y actitudes que se enfrenten a esta ola.

En mi opinión, posiblemente inocente, el artículo es demasiado pesimista e intentaré argumentar las razones, siguiendo la línea que plantea el Padre Castillo:

1. La natalidad. Es cierto que los números afirman que los occidentales, dentro de la cultura en la que estamos viviendo, hemos recortado el número de hijos por familia. No es menos cierto que las familias musulmanas que llegan a nuestro país y nuestro continente tienen una descendencia mucho mayor. Estos datos nos llevan a plantear un futuro indudable. En mi reflexión se me plantea la posibilidad de que estas familias musulmanas, en próximas generaciones e influidas por la cultura occidental en la que viven, reduzcan su descendencia, se acostumbren a la forma de vivir de esta parte del mundo. La pregunta es ¿su natalidad es cultural o es religiosa?

2. La tecnología. En este caso yo no pondría el acento en la tecnología, si no en el eterno problema del egoísmo. Ciertas manos poderosas, empeñadas en conseguir mayor rendimiento económico. La diferencia con otros momentos históricos es que la tecnología aumenta las consecuencias de sus actos. Un egoísta en la Edad Media acaparaba los rendimientos agrícolas, hoy día todo se amplifica y evidentemente puede dañar irreversiblemente el medio ambiente. A lo que unimos otro problema, la dejadez de muchos de nuestros políticos que, desde cierta complicidad, no se atreven a actuar con decisión por el medio ambiente.

3. La religión. En este punto estoy muy de acuerdo con el autor. En mi opinión, a pesar de haber vivido muchos siglos en un mundo cristiano, el conocimiento de la religión y de Dios era muy limitado y en ciertos casos falso. Esas falsas creencias y la actuación, en ocasiones, de la propia iglesia, han hecho a muchos alejarse de Dios. Las razones que argumentan dejan ver que el problema es la escasa y mala formación cristiana. Los únicos que mantienen cierta fuerza son los grupos fundamentalistas que, a pesar de cierto crecimiento, en muchos casos alejan al hombre de Dios.

El hombre de hoy sigue buscando a Dios. Los busca en el mundo y siente que, en muchas ocasiones, la religiosidad de hoy día no le da respuesta. Como plantea el autor, habría que acercar mucho más la iglesia a Jesús de Nazaret. Manifestar como Cristo está presente en el mundo de hoy, y es válido para nuestro día a día. Pero es seguro que para conseguirlo tendremos que cambiar muchos de nuestros hábitos.

Como conclusión quiero copiar algunas líneas, que como el padre Castillo, plantean una posible solución al problema: “lo más razonable parece ser que el remedio (si lo hay) puede venir de quienes, por sus convicciones, sean más honrados, responsables, respetuosos, honestos y buenas personas.”

Álvaro J. García

domingo, 17 de enero de 2010

Comentario a la carta de Jesús Martín

Estimado amigo, tras la lectura de tus líneas en las que expresas tus opiniones sobre diversos aspectos de la Iglesia Católica, me planteo diversos apuntes que completen y, si no es molestía, corrijan ciertos temas que planteas.

En las primeras líneas planteas una manifestación que tuvo lugar en Madrid en Diciembre de 2008, desconozco cual era esa manifestación y que era lo que defendía, me parece interesante que lo completes para poder conocer con mayor exactitud cual era la intención y sobre lo que se quejaba, si no me es imposible posicionarme a favor o en contra. De todas formas, desde hace unos años a finales de año se esta llevando a cabo manifestaciones en favor de la familia, entiendo que la tradicional. Si definimos la familia tradicional, no creo que sea un problema, el problema si es que se detesten las formas de familia que van surgiendo por necesidades sociales y culturales.

Las bases de la iglesia católica, que aprecias, son quienes son porque por encima existe una jerarquía, la iglesia actúa de forma ejemplar porque se organiza de esta forma. Tiene un sentido y, evidentemente, tiene aspectos negativos, pero nadie es perfecto.

La iglesia, toda, entre sus campos de participación plantea la política, porque es la mayor forma de compromiso y trabajo por los demás, lo que se llama el bien común. Por ello, el debate acerca de las opiniones de la iglesia sobre la política o la participación de cristianos en la misma esta fuera de lugar, siempre tendremos seguidores de Cristo en cargos públicos, lo podemos ver en la historia, y a pesar de todos amigo, siempre no fue negativo.

Sobre la expresión del ombligo, podríamos hablar largo y tendido pues es un sí y un no, pero no es el momento.

Vamos al centro del artículo:

1. Yo no voy a demonizar el uso del preservativo, efectivamente es necesario y eficaz, en mi opinión que es independiente, debíamos valorar las opiniones de la jerarquía, no para seguirla a pies juntillas si no para darnos cuenta que desde ciertos organismos nos venden que ese instrumento es la panacea, con lo que limpian su conciencia y no aportan más ayuda para erradicar el hambre y las enfermedades, más apoyo en médicos, en alimentos y en tiempo. No planteo la verdad absoluta de las palabras episcopales en este tema pero a lo mejor nos pueden ayudar en nuestra reflexión y nuestro compromiso.

2. Otro error el estar en contra del divorcio, es un derecho de todo ciudadano poder rehacer su vida y librarse de aquel o aquella que no le ayudan a crecer como persona y ser feliz. Pero si vamos a los Evangelios a lo mejor podemos entender algo mejor la postura eclesiástica. El matrimonio es el resultado del amor entre dos personas, un amor que surge a partir de conocerse y de valorar que pueden tener una vida juntos, en ningún caso una imposición paterna, social o violenta. Pero también consciente de lo que supone, una decisión madura en la que se debe compartir lo bueno y lo malo, en confianza y amor. Personalmente, y ante lo que conozco de la sociedad que me rodea, creo que muchas bodas no son resultado de esa madurez y esa conciencia de saber lo que se hace. Evidentemente el divorcio es un derecho, pero tendremos que cambiar la educación y la conciencia de nuestra sociedad.

3. Me gustaría saber cuales son aquellas cosas por las que no te gusta la asignatura de Educación para la Ciudadanía, me despierta verdadera curiosidad. Existe un problema quela iglesia y el estado quieren solucionar, los valores humanos no se están transmitiendo ni en las familias, tampoco en la sociedad e incluso la escuela. Esta asignatura posiblemente no es la mejor solución pero al menos nos está ayudando a empezar la reflexión.

4. El tema de la Memoria Histórica me interesa bastante, pues sobre eso,como antes también podríamos hablar largo y tendido. Sí, creo recordar que sí, que la jerarquía eclesiástica se situó en contra de esa Ley, lo cual, como parte de esa iglesia me hace pensar bastante sobre quienes están ahora mismo en ese puesto. En este caso no creo que sea un problema de la jerarquía de la iglesia, es decir, no lo da el puesto, como puede ocurrir con otros temas de este artículo. En mi opinión en este momento hostórico tenemos ciertas personas en los cargos con una posición ideológica muy marcada, que incluso podemos decir que tienen actuaciones que se asemejan a cierta nostalgia franquista. No recuerdo si el Papa se situó ante el tema, pero es incluso posible que, en algún caso, se situara a favor. Es sólo una opinión desde el deconocimiento.

5. Quisiera que me explicaras en que detectas la doble moral, me resulta interesante tu opinión, pero necesito que te expliques con más extensión, pues no encuentro razones sobre lo que afirmas. De todas formas como parte de la iglesia, y además, con una posición interna y pública importante, es su función expresar sus opiniones de esta forma.
También me interesa mucho la repercusión que tiene la iglesia sobre la población española que no es creyente. Creer o no creer es una decisión personal y actualmente libre. Las declaraciones del Presidente de la Real Academia de la Lengua Catalana (por ejemplo) no me provocan demasiado interés, pues no soy catalán. Espero que me entiendas.

6. Rasgos machistas sí, pero para verlos hace falta estar dentro y quizá el que nombras sea hasta el menos importante. Pues en muchos otros ámbitos los cristianos, la iglesia y la jerarquía defienden la igualdad entre hombre y mujer, desde lo actual y desde la Biblia, pero es posible que no sea el lugar para un discurso teológico.

7. El matrimonio homosexual es el tema de moda, y durará bastante tiempo. El problema de esto no se si es más el homo o el sexual,para otros la palabra matrimonio. Es difícil de defender la postura de la jerarquía fuera del entorno más profundamente eclesial. Pero para muchos cristianos y una buena parte de la iglesia intelectual, la teología, lo importante para los Evangelios,para la iglesia es la persona, lo que le da libertad al hombre en su conciencia. Es verdad que la iglesia no casa a personas del mismo sexo, entiendo las razones.

Tu conclusión es digna de otro artículo, a lo que acompañará mi conclusión. No espero haberte convencido de nada pues esa no era mi intención, sólo explicar mi postura, pedir tu opinión y ayudar a la reflexión, personalmente tuya y de cualquier otro lector.

miércoles, 13 de enero de 2010

En contra

No puedo más. Desde este blog he intentado comentar diferentes temas sin meterme demasiado en críticas y menos aún con la iglesia. Pero lo de hoy ha llenado el vaso y voy a intentar explicarme con la sangre lo más fría posible.

Ha saltado la noticia de unas declaraciones del Arzobispo de Granada, Don Francisco Javier Martínez, en las cuales, intentando llevar al máximo la crítica al aborto, ha manifestado que una mujer que mata a un niño indefenso puede recibir abusos de un hombre y ser maltratada.

Más o menos decía esto, aunque no me interesan demasiado las palabras exactas.

Voy a intentar exponer mi opinión sobre el tema, manteniendo una templanza que evidentemente el señor Arzobispo no ha tenido.

- Surge previamente un tema, el del aborto, que levanta diversos debates en diferentes círculos, uno de ellos la iglesia. Entiendo que la iglesia plantee la crítica al aborto, pues defiende la vida por encima de todo. Debe defender lo que para ella es la verdad (el propio Jesucristo entró en el templo con un látigo).
Yo no encuentro ninguna alarma social por que la iglesia defienda algo en lo que cree.

-El problema aparece cuando la iglesia busca los medios para defender sus ideas, lo lógico es que se den razones más o menos convincentes en contra de este método quirúrgico para detener el embarazo.
No podemos tolerar los cristianos que aquellos que forman parte de lo alto de la jerarquía se permitan estos fallos.
Nadie que se llame cristiano puede argumentar lo que ha dicho el señor ARZOBISPO DE GRANADA, pues con estas palabras perdemos credibilidad.
No existen malos entendidos, no existen contextos equivocados, simplemente no podemos justificar el maltrato ante ninguna premisa.

NO AL MALTRATO

Defendamos el No al aborto de la forma en la que queramos, manifestaciones, publicidad, escritos o yo que se que millones de formas, pero por favor, no entremos en temas escabrosos como estos que sólo llevan la iglesia donde la quieren llevar los que las maltratan,al barro y a la Edad Media.
Señores Arzobispos, Obispos y Sacerdotes, por favor no tiren a nuestra iglesia más de lo que ya lo hacen otros.

Los cristianos queremos defender la vida. El estado expañol, en el que vivimos, defiende que el que incumpla la ley debe ir a la cárcel, pero ¿que es eso del castigo físico?

No se pueden justificar estas palabras de ninguna manera, si era una comparación, equivocada; si se ha exaltado, imperdonable en alguien de su posición. Quien justifica esas palabras demuestra que no piensa, que sigue ciegamente las palabras de la jerarquía y eso no es ser cristiano.

Demostramos otra vez que estamos fuera de onda, así no evangelizamos, piénsenlo.

sábado, 2 de enero de 2010

Se armó "la Belén".

Las vacaciones son un momento glorioso de la vida de un hombre (como especie, no como género). Este momento de descanso laboral reconoce el trabajo, bien o mal hecho, con el regocijo de un tiempo dedicado a lo propio, puedes perder el tiempo, limpiando tu domicilio, haciendo compras en centros comerciales atestados de otros que, como tú, están de vacaciones o en su defecto aprovechando el tiempo que les deja su trabajo.

En mi caso, a parte de todo esto, también he dedicado parte de mi tiempo a acudir al gimnasio para paliar en lo posible la ingesta de alimentos que, deforma desorbitada, hacemos en este periodo navideño.

El gimnasio es un espacio particular, los individuos dedicados a machacar su cuerpo y a interrelacionarse con otros seres de sexo contrario (o del mismo sexo).

Pero también nos encontramos aquellos que acudimos al gimnasio para hacer deporte y para evadirnos de nuestro ritmo de vida durante un rato,por ejemplo viendo la televisión que nos regala nuestro club social. En este televisión me he reencontrado con la televisión rosa que tanto tiempo llevaba sin "disfrutar", mucho tiempo sin ver programas del corazón, pero evidentemente sabiendo de ello o al menos sabiendo que seguían existiendo. Un caso ejemplar es el de J.J.V. que ha recibido el premio Ondas por no se qué razón. El que sí tiene ahora una razón para perder el interés por esos premios es el que escribe. Los premios serios se entregan a gente seria, y no digo que dejen de reirse, digo que sean profesionales y tengan un trabajo digno de recibir premios, y en mi opinión (tan digna como la de cualquier otro), esa televisión rosa no es tan digna, si se dedican a dejar sin dignidad a otros y a perder la propio corriendo tras personas que no son nadie, a parte de vendedores de su propia vida, que además no tiene fundamento.

Pero la que se ha ido haciendo un hueco en la televisión y en las vidas de cualquier español es Belén Esteban, creo que por muy cultos que nos sintamos o queramos parecer todos y digo ¡Todos! sabemos quien es esta señora. En cualquier instituto de secundaria nuestros alumnos saben quien es Belén Esteban pero puede costarle saber quien es el presidente de su comunidad autónoma o el propio alcalde de su pueblo o ciudad, y en algunos casos no recuerdan el nombre de su profesor de ciencias sociales.

Hace unos días mientras corría en la cinta pude asistir a la reposición del momento más importante de la televisión en España este año (no digo en la historia pues el pasado año ganamos al Eurocopa de futbol, lamentablemente el baloncesto esta por debajo del mundo rosa), la entrada de la "nueva" Belén Esteban. Una mujer nueva, y no por que tuviera un nuevo trabajo, hubiera escrito un libro (ella sóla) o hubiera terminado con aprovechamiento un cursillos de buenas maneras.

No.

Simplemente se había gastado una cantidad indecente de dinero en una cara nueva, fantástico. La nueva heroína de las mujeres españolas, una mujer liberada que vive de seguir encadenada a su exmarido, pues si no fuera por él se había quedado sin operación. Pero que se muestra como adalid del futuro, en poco tiempo estará lanzando unacampaña publicitaria:

"Opérate, serás una mujer nueva" aunque claro, más bien debería ser...
"Opérate, pensarás que eres una mujer nueva, después de aguantar días de dolores en la posoperación de una intervención por gusto, llegarás a casa y tu vida seguirá siendo la misma de siempre, tan aburrida como siempre, no habrá cambiado nada, bueno sí, tu cuenta corriente habrá perdido muchos ceros".

Pero claro, como la que se operó fua la princesa de españa, como la nombraban en un subtítulo del programa, tiene el permiso de hacer lo que quiera y de vender los valores que leparezcan, dentro de un tiempo tendremos las calles llenas de gente que hablen como ella y que sólo quieran cambiarse la cara.

Hablan de crisis y de problemas de educación, se plantean ayudar al profesorado, poner leyes restrictivas pero creo que esa no es la solución, lo que deberíamos hacer para cambiar esos problemas es apartar estos ejemplos de la vista de los niños y empezar a premiar a personas con una labor y una vida de cultura y de trabajo. Por ahí había un video que tenía como lema, "lo que los niños ven, los niños hacen", y ahora mimo lo que están viendo no nos lleva a cambiar nada de lo que tenemos.