miércoles, 28 de mayo de 2008

El autobús

En nuestro día a día escuchamos cientos de comparaciones, y más en nuestra tierra, Andalucía, en la que se nos tacha de exagerados y se nos valora por graciosos, somos ruidosos, habladores, pero alegres y acogedores.
Nos acostumbramos a comparar a alguien que tarda en hacer algo que es "más lento que el caballo del malo", a quien esta poco acostumbrado a trabajar que "es más flojo que el sastre de tarzán", y como estas infinidad de frases conuna intención similar.
En alguna ocasión también escuche que la vida es como un autobús, lugar por el cual pasa mucha gente y unos se quedan contigo hasta tu parada y otros se bajan antes y desaparecen de tu vida, aunque puedas guardar de ellos un gran recuerdo.
En mi vida, quizá por la profesión de mi padre (me ha permitido viajar más barato), puedo decir que he cogido multitud de autobuses que me han llevado muchísimos sitios. Unos a diferentes puntos de la ciudad he incluso otros a diferentes ciudades o a lugares de descanso o de ocio.
Cada viaje es diferente pues el lugar al que te lleva o del que te trae te hace acudir con una ilusión distinta.
Durante un verano, podía ser el 2004 o quizá el 2005, por cuestiones de trabajo tomé repetidamente el número 16 (que va desde el Paseo del Parque hasta la Térmica), en todos esos días inevitablemente coincides con las mismas personas a la misma hora y se convierten en parte de tu vida, no sabes su nombre ni el porqué les lleva a estar todos los días en el mismo lugar, pero poco a poco te vas imaginando que es lo que hacen en sus vidas.
Lo que ocurre es que a veces esas personas entran en tu vida de alguna manera. Esto es lo que ocurrió conun señor que coincidía conmigo habitualmente en el bus de vuelta a casa.
Por lo que pude deducir puedo contar que ese hombre debe estar jubilado (por la apariencia física y la vestimenta, por ejemplo), os lo puedo describir físicamente pelo canoso, gafas estatura media para su edad,...poco más, y en su personalidad es un hombre simpático copn los viajeros del autobús.
Este hombre en uno de mis viajes con traje y chaqueta de regreso a casa, después de verme varios días y al sentarme delante de él, no se de que forma ni de que manera comenzó a hablar conmigo, le conté algo de mi trabajo, y no se si algo de mi vida, a partir de ahí nos convertimos en compañeros...de viaje. No se su nombre y tampoco él el mio (o eso creo).
Pasaron los años, mi ritmo de vida cambió y hace unas semanas tomé otro día más el bus y lo ví que se subía en el 16 unas paradas después de la mía. Me pregunté si me reconocería y ese día no nos vimos por que en ese momento no coincidimos pero me sorprendí (con alegría) pues varios días después no sólo me reconoció si no que me dió la enhorabuena por el cambio de trabajo que he tenido desde entonces, se acordaba perfectamente de mi.
Es curioso como la vida es como un autobús o un autobús como la vida, tanta gente que pasa por tu vida y tu vida por tanta gente.

No hay comentarios: