La clase dirigente

Desde hace unos años, o desde que tengo uso de razón (soy andaluz, un poco exagerado), me voy dando cuenta de lo que es la sociedad. Veo quién es quién en el juego de la política, de la economía, etc. realmente es muy divertido el juego de ver, oir y normalmente, callar.

Poco a poco te vas percatando de quienes son los que mandan y quienes los que obedecen, de las élites y el pueblo llano, la plebe (no quiero decir los siervos, que esto si que es vocabulario del pasado, además de inexacto).

Ves como hay ciertos espacios a los que sólo se puede llegar si partes de un lugar aventajado, de una familia pudiente o muy pudiente, en definitiva, de los círculos del poder (yo creo que cualquiera no puede llegar a presidente de telefónica o jefe de la casa real, por poner dos ejemplos al azar).

Al final aquellos que aparecen en informativos, en prensa o en la radio son las personalidades, habitualmente económicas y en ocasiones culturales. Esta bien, estos individuos han conseguido algo, pensar, publicar, crear o enriquecerse, por ello podemos admirarlos y tenerlos en ocasiones como ejemplos, pero sin pasarnos de ese lugar.

Lo malo es cuando estas personas, tan bien situadas y sintiéndose felices por ello, comienzan a alejarse de la masa, o mejor llamado de la mayoría de la población. Esa gente que vive con un sueldo, esperando que su empresa no quiebre o no decida cambiar de ubicación. Que espera que las próximas crisis no sean muy duras y que la especulación de otros les mantenga en sus puestos de trabajo.

Esa lejanía la podemos ver en economistas, en inversores y lamentablemente en políticos, que son ese grupo de personas que, dentro de la élite, debe estar más cerca del pueblo.

Pues no.

Nos encontramos empresarios que hablan de que el precio de la vivienda volverá a subir VERTIGINOSAMENTE, lo entiendo, a él no le afecta el Euribor, pues sus cuentas están aseguradas, no tiene que controlar el gasto para llegar a fin de mes pues es él el que hace que otros no podamos llegar a fin de mes para pagarle a él las viviendas que con mala calidad y poco espacio nos está construyendo. Demasiada falta de conocimiento de la economía real, del ciudadano que va a trabajar todos los días.

Podría poner cientos de ejemplos, pero el que es más simpático y no por ello menos grave es el del café. A un político le preguntan cuánto vale un café y difícilmente sabe responder. En un primer momento piensas que hace mucho que no va a una cafetería, eso del ritmo de vida de la clase política y todo eso, pero luego te das cuenta que quizá nunca pudo ir al mismo bar que tú simplemente por que nunca fue un ciudadano "de la masa", siempre fue gente que vivió por encima del pueblo y que de esa forma su política, ni podrá ser de izquierdas, ni podrá beneficiar a los trabajadores y ni siquiera podrá ser real.

Para eso hablar del que cree que dejamos más propina de lo que nos ha costado el café, de verdad que no se de donde se ha escapado esta gente, que además dicen que son de un partido progresista.

Nuestra clase dirigente (de políticos y empresarios) me crea muchas dudas, espero que a vosotros también.

No se a donde vamos a ir a parar, bueno quizá si, pero no quiero ni pensarlo