lunes, 7 de diciembre de 2009

Sobre algunos aspectos religiosos y sociales

En los últimos días,a raíz de diversos hechos ocurridos en el seno de la sociedad española, han surgido muchas noticias que se refieren a la iglesia y a su papel dentro del estado y de la sociedad.

Es sabido por todos que el gobierno español, el de todos los españoles nos guste o no, ha presentado una nueva ley sobre el aborto. Y digo nueva porque ya existía legislación sobe el tema y en líneas generales lo que se ha hecho es corregirla en algunos aspectos que resultaban realmente ambiguos.

La reacción de la iglesia fue instantanea, lo cual es comprensible proviniendo de una institución que defiende la vida a ultranza, sería incoherente no alzar su voz y mostrar sus dudas ante la ley del aborto, la que fuera.

¿Cual es el problema? Simplemente la forma de entender la sociedad por parte de la jerarquía de la iglesia española, que quiere creer que todos los católicos simplemente por ser católicos piensan igual o más bien opinan igual pues no se puede pensar si nuestra obligación simplemente es obedecer. Buscando una forma de presión fuerte y sonada en las conciencias y en los medios encontramos el anuncio de la excomunión a todo diputado que vote a favor del aborto y por ende a todo católico que no se sitúe bajo los faldones de nuestros obispos.
Esta forma de presión se encuentra fuera de lugar si seguimos el Concilio Vaticano II donde habla del respeto a los gobiernos y a la democracia, pues esta forma de presión puede provocar situaciones que ya hemos vivido en la historia reciente de diversos países europeos.

¿Qué debe hacer la sociedad española en mi opinión? Ante la situación iglesia(como común de los creyentes)- estado/sociedad, podríamos remitirnos a los artículos escritos por el Sr. Urdanoz y el Sr. Díaz-Salazar en el diario El Pais el miércoles 2 y el lunes 7 de Diciembre.
El primer artículo,del sr. Urdanoz plantea el problema de los símbolos religiosos partiendo de las escuelas y llevándolo a la sociedad, pues si bien podemos entender que los espacios públicos no deben mostrar predilección por ninguna religión todo español o habitante de España tiene el derecho a vestir y a llevar los símbolos que quiera dentro de la legalidad, por ellos cualquier alumno puede llevar a clase una cruz o el pañuelo islámico. Este pañuelopuede ser un símbolo machista y para algunos fundamentalista, pero caeríamos en ese error si obligamos a que no vayan a clase con ese objeto, sería contraproducente pues castigamos a la niña, posiblemente ya castigada.
Debemos mantener la laicidad de los espacios públicos pero manteniendo el derecho a la libertad de expresión y de religión que marca nuestra ley fundamental.

En el artículo del Sr. Díaz-Salazar el mismo título ya es clarificador, Aprender a ser laicos. El autor se dirige tanto a los católicos como a los ateos y agnósticos, defendiendo las posturas de unos y otros y valorando lo positivo de cada uno de ellos, dándole un lugar en la sociedad, retirando derechos adquiridos indevidamente por la iglesia y respetando su papel ganado con años.

En definitiva, tanto los creyentes como los ciudadanos no religiosos deben saber que ni unos ni otros por elegir una de las opciones esta vacunado contra la intolerancia y debemos saber encontrar el punto en el cual defender mis ideas no esta pisoteando a otros o insultando aspectos que otros respetan y mantienen como su propia vida.

A uno y otro lado podemos ser fundamentalistas, sí en ambos lados, nuestra obligación es darnos cuenta de ello y cambiar hacia la apuesta por la libertad y los derechos para todos.

1 comentario:

Matematikom dijo...

Estoy de acuerdo contigo... no tengo nada más que añadir.